Joyas del pasado que no quedarán en el olvido
- A. C. / EL ALMIÑÉ
- 17 jun 2015
- 2 Min. de lectura
DIARIO DE BURGOS (24-02-2010)

Maria Jesús Temiño López-Muñiz se licenció en Historia del Arte, pero un verano dedicado al final de la carrera a realizar su memoria de licenciatura sobre el Arte Románico en la Merindad de Valdivielso le valió para variar el rumbo de su vida profesional a la etnografía, su pasión. En sus idas y venidas por los pueblos del municipio allá por el año 1978 descubrió un mundo que estaba a punto de perderse y que ella rescató del olvido en 2007 con la edición del libro Patrimonio Etnográfico en el Valle de Valdivielso. Entorno, hábitat, ciclo anual y festivo. En él aparecen imágenes y datos que dan fe de una vida rural reciente que ha sido sustituida sin remedio por la sociedad moderna y la tecnología. Tras este trabajo publicado por la Diputación Provincial de Burgos, Temiño, que hunde sus raíces paternas en la localidad de El Almiñé donde pasa todos los veranos, contó con el apoyo del Ceder Merindades para editar en 2008 un trabajo de investigación sobre los molinos de Las Merindades. En la comarca norteña, Temiño se topó con un sinfin de molinos, «fundamentales en el mundo rural, más que el potro o la fragua, porque con ellos se generaba el alimento», destaca. Ahora, «desaparecen a pasos agigantados», lamenta, pero aún se pueden observar algunos muy especiales, como el de Relloso,en el Valle de Losa, el del Canto, «uno de los pocos del Ebro», los de San Zadornil, recién restaurados o el de Quintanilla de Valdebodres, «que ha sido recuperado por el pueblo». Por ello, anima a otros vecinos, los de Busnela a que recuperen su molino, el primero del río Nela en la Merindad de Valdeporres. Su bibliografía salta de los molinos al Arte Románico en la Merindad de Valdivielso, un ejemplar editado el pasado año con financiación privada y que repasa el rico patrimonio «del municipio con más iglesias, restos y vestigios de románico de Las Merindades», a juicio de Temiño. La iglesia de San Pedro de Tejada, en Puente Arenas, es para esta investigadora el punto de partida y «referente del resto de construcciones de Valdivielso y de muchos puntos de la comarca». Pero su afán investigador no termina y menos aún su interés por publicar todo el material que ha ido almacenando durante décadas de trabajo. Ahora busca patrocinador para un libro que titulará Los oficios olvidados en Las Merindades. El sillero de Medina de Pomar, el artesano de las bolas de Mozares, el que hacía bolos en Bascuñuelos, carboneros, barquilleros, confiteros, panaderos, molineros... tendrán cabida en este nuevo rescate del pasado que ya no volverá.
Comments